El domingo 21 de octubre del año 1951 se solicitó al Primer Regimiento de Transporte (Base Aérea de Alcalá de Henares), el trasladó de un Junker Ju-52 con carga a la Base Aérea de Jerez. La tripulación estuvo formada por dos pilotos, un radio y un mecánico; tras tres horas de vuelo llegaron a Jerez donde ese día se celebraba la Jura de Bandera.
De regreso el tiempo no acompaña, se empieza a hacer de noche y al parecer por fallo de los rudimentarios sistemas de navegación de la época y la mala visibilidad, se desorientan e intentan descender para encontrar un sitio donde poder aterrizar. El comandante ordena ponerse los paracaídas previendo que pueden tener que abandonar el aparato en vuelo. Aprovechando unos claros localizan un pequeño pueblo y orbitan buscando una zona apropiada pero la visibilidad no mejora. Entonces el mecánico, cabo especialista, solicitó al comandante, saltar él sólo con el paracaídas de tripulante y señalizar el lugar más idóneo para el aterrizaje. Autorizado, da su primer salto; cayó en las inmediaciones del pueblo, se dirigió hacia el centro y pidió ayuda. Con gente del pueblo se dirigieron hacia una pequeña llanura que había en las inmediaciones y balizaron el terreno con hogueras siguiendo las instrucciones del mecánico (CCT en funciones) aterrizando el avión en el lugar señalizado y resultando todos ilesos y el avión con pocos daños,
El CCT que se merece, como mínimo una titulación honorífica, era el cabo mecánico Daniel González González que ingresó en la Escuela de Especialistas de Málaga con la 11ª Promoción. Un gurripato.
Curiosamente este pueblo tenía y tiene una ermita del siglo XVI dedicada a Nuestra Señora de Loreto.
La historia completa, si quieres seguir leyendo pincha en los enlaces siguientes:
https://diariodeteruel.es/movil/noticia.asp?notid=1017229&secid=13
http://www.bibliotecavirtualdefensa.es/BVMDefensa/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=76258