El 13 de enero de 2022, se cumple el 75 aniversario de la creación de la primera Unidad paracaidista de las Fuerzas Armadas, la ‘1ª Bandera de Paracaidistas de Aviación’ embrión del actual Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC).

Hablar del valor de quienes han formado parte de esta Unidad, es describir una cualidad de ánimo que te empuja a acometer, resueltamente, grandes empresas y a soportar cualquier case de peligro. Como dice una de sus consignas, heredada de aquella 1ª Bandera: “La Camaradería más profunda y el máximo espíritu de cuerpo debe reinar en las tropas paracaidistas; de la unión y el compañerismo nace la fuerza y del espíritu de cuerpo, el genio, para arrostrar alegres y optimistas los riesgos y penalidades de la batalla”.

Porque acaso ¿no es una muestra de valor el desarrollo del paracaidismo militar en nuestras Fuerzas Armadas con los medios de ese recién creado Ejército del Aire? Y ¿no lo es superar todos los récords posibles de paracaidismo militar en España?.

Eso es valor, como el de quienes forman parte de un equipo que salta en paracaídas a más de 20.000 pies de altura, con oxígeno y un equipo de casi 70 kilos encima. Pero siempre con una sonrisa en los labios.

¿No es valor desplegar en los escenarios internacionales de mayor peligrosidad? Pues a Ifni, Namibia, Bosnia, Ruanda, Afganistán e Irak hemos llevado orgullosos los zapadores la bandera de España y el roquisqui del Ejército del Aire.

Formamos los zapadores un equipo que se prepara con tesón, en su día a día, para las situaciones más complejas en beneficio del poder aéreo. Para aquellas en las que tendrá que hacer uso de los medios de comunicaciones más avanzados, de todo tipo de armamento o de explosivos. Para las que tendrá que insertarse de cualquier modo: a pie, en vehículos, por el agua, saltando en paracaídas o empleando los medios aéreos.

Un equipo adiestrado para ser capaz de acercarse a su objetivo, comprometiendo su seguridad, para posteriormente pasar la información con la que el Mando ha de tomar las decisiones.

Un equipo que adiestra a las Fuerzas Especiales de países aliados, allá donde sea, para mejorar la seguridad en el nuestro.

Un equipo que participa en misiones de Apoyo Aéreo Cercano, en una relación recíproca de confianza con el piloto, pues la seguridad de uno depende del otro.

Un equipo que, en sus misiones de control táctico, puede comprometer su seguridad para conseguir que una aeronave aterrice de forma segura en su destino.

U n equipo que se instruye para salvar la vida de aquellos que puedan quedar aislados en territorio hostil o en mitad del Océano Atlántico, arriesgando su vida donde sea necesario.

Un equipo por cuya actuación en situaciones de riesgo ha sido merecedor de 12 cruces con distintivo azul y 22 reconocimientos o acreditaciones al valor. Un equipo que, además, siempre ha apoyado a la población civil cuando así se le ha requerido, sean inundaciones, terremotos o epidemias. Sin mirar nunca a un lado.

Formamos los zapadores un equipo de valientes cuyo lema: “Sólo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir”, refleja una forma de vida que así ejemplificaron los 25 de los nuestros que dieron su vida en actos de servicio.

En definitiva, un equipo que se sustenta desde su creación en virtudes y principios militares, entre los que ocupa un lugar más que destacado el VALOR

12 junio 2020 . Articulo publicado en INTRANET del E. AIRE

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